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VILLALOBOS ELUDE SU RESPONSABILIDAD EN LA RECUPERACIÓN DE LOS PISOS DEL TINTE Y EN NO CONSTRUIR NI UNA SOLA VIVIENDA EN 8 AÑOS, A PESAR DE LA NECESIDAD EXISTENTE
18.8.2022

 

 

Con respecto a las declaraciones realizadas por el alcalde José M. Villalobos relativas a la situación de los inquilinos de la viviendas sociales de la calle Antonio de Nebrija, propiedad de La Caixa, es bueno saber que se está preocupando por la situación de estas familias y que las tranquilice recordándoles que tienen unos derechos amparados por sus contratos vigentes y que el ayuntamiento va a estar de su lado en todo momento.

 

Con la quiebra de la sociedad municipal, Produsa, estas viviendas quedaron en manos de Bankia, que fue la entidad con la que se suscribió el préstamo hipotecario para poderlas construir y destinarlas a 50 familias con verdadera necesidad de un alquiler social al que poder hacer frente. El rescate de estas viviendas fue siempre una prioridad absoluta para el entonces gobierno andalucista, que no pudo culminar las gestiones para la compra al cambiar el gobierno tras las elecciones con la llegada de los socialistas. Ahí se terminaron las prioridades para Villalobos y Produsa pasó a ser un arma arrojadiza. Desde el Partido Andalucista en la oposición se le pidió mil veces que se sentara a negociar la compra de las viviendas con los bancos propietarios, que pedían cita con el alcalde y no eran atendidos y se personaban en el propio ayuntamiento pero no eran recibidos por nadie ni se les abría la puerta de la alcaldía.

 

Villalobos nunca tuvo el rescate de las viviendas como una prioridad y mintió a todo el que pudo en este asunto. Prueba de ello fueron los 2.200.000 euros que incluyo como inversiones en el Presupuesto de 2016 para la compra de las viviendas, pero que nunca se llegaron a gestionar. Durante más de seis años al alcalde no le ha importado la situación de estas familias y solo ha recuperado aquellas viviendas que le han ofrecido por un precio muy inferior al valor de mercado. Todo este tiempo de demora solo sirvió para que las familias inquilinas lo pasaran mal, para que en muchas viviendas se dejase de pagar el alquiler por la falta de gestión y para que la propiedad de los inmuebles pasara de Bankia a La Caixa y esta a su vez lo gestionara mediante una gestora.

Villalobos ha tenido más de una oportunidad de comprar las viviendas cuando al ayuntamiento se las vendían a mitad del precio que ahora piden, el mismo dinero que costaba hacer el Paseo de Consolación, que no fue una obra demandada por los ciudadanos que solo pedían su arreglo; o que el invento del Abate Marchena, menos de lo que ha costado la remodelación faraónica del estadio San Juan Bosco, 1.400.000 euros que tampoco era una demanda del club ni de los aficionados; menos que el despropósito de la remodelación de la Feria que nadie sabe cuánto va a costar al final pero que ya ha supuesto 1.300.000 euros, o que el millón de euros de los utreranos que el alcalde ha perdonado a su jefe de Diputación. Y desde luego, menos que el millón de euros que Villalobos ha empleado en la compra de los cines, con comisiones más que suculentas para algunos, y que fue la principal noticia para Villalobos en su discurso de toma de posesión en 2019, no fueron las familias ni la compra de las viviendas sociales.

 

Aun así, el problema nunca fue el dinero, porque todas estas cosas se habrían podido acometer igualmente y además comprar las viviendas, porque el Ayuntamiento de Utrera tiene un presupuesto de más de 50 millones de euros al año, sin contar con los millonarios superávits de los que tanto presume el alcalde. Así que, desgraciadamente, para la compra de las viviendas sociales a Bankia lo que faltó en todos estos años fue la voluntad política para salvar las viviendas que ahora, tras la fusión de las dos entidades bancarias están gestionadas por La Caixa, que ha subido el precio a los inmuebles.

 

La misión de un alcalde es gestionar y hacerse cargo de lo que le corresponde, de la misma manera que el anterior alcalde se hizo cargo y el ayuntamiento pagó los más de 6 millones de euros del pufo de la Mancomunidad que dejaron los socialistas y que se ha aumentado en otro millón más porque, precisamente los ayuntamientos del PSOE se han negado a pagar.

 

La quiebra de la sociedad municipal fue fruto de la crisis que comenzó en 2008, esto supuso que la empresa a la que se le había vendido un terreno por valor de un millón de euros no pagase a Produsa y se precipitara su cierre. El papel de Villalobos fue importante en ese momento, porque cuando el entonces alcalde Francisco Jimenéz le pidió que apoyase el rescate de Produsa por parte del ayuntamiento, ya que era una cuestión que también comprometeria a la Corporación que llegase al gobierno tras las elecciones, Villalobos dijo no al rescate de Produsa y su único empeño desde entonces fue que se condenara a Jiménez, cosa que nunca ocurrió porque el juez dejó muy claro que el concurso no era culpable, que se había intentado por todos los medios salvar la empresa pero la crisis no lo permitió. No ocurrió lo mismo con los socialistas que terminaron con penas de cárcel e inhabilitaciones por esquilmar la Mancomunidad del Bajo Guadalquivir y la sociedad municipal de Los Palacios, Idelpa.

 

Lo que se espera de un alcalde es que gestione y que dé la cara y a Villalobos ya se lo recordaron hace unos meses un grupo de vecinas de las viviendas de El Tinte que se manifestaron en la puerta del ayuntamiento, acusándole de “estar escondido” y de no recordar que le habían abierto las puertas de sus casas en campaña electoral, y que ahora el pago que recibían era dejarlas en la calle sin ser recibidas por absolutamente nadie.

 

Pero la mayor prueba de lo poco que le importan estos temas al alcalde es que lleva ocho años gobernando y no ha construido ni una sola vivienda social, cero viviendas aun sabiendo que en Utrera son cientos de personas las que necesitan un alquiler social que les permita vivir dignamente haciendo frente a sus pagos. Esa es la gran diferencia, que los andalucistas construyeron en torno a 500 y, aunque 84 se vieran afectadas por la quiebra de Produsa, en ellas hay 84 familias viviendo que, de otra manera no podrían haber hecho frente ni a un alquiler ni un proyecto de vida, pero hoy tienen un techo con un alquiler social sea quien sea el propietario, que es la tranquilidad que debe transmitir a los vecinos afectados, pero no palabras, sino con hechos. Villalobos tiene que marcarse como prioridad máxima construir viviendas sociales, porque ya lleva ocho años de retraso y son cientos las familias que esperan esas viviendas y que no pueden permitirse un alquiler que, en muchos casos, es la tercera parte de los ingresos de la familia. Está obligado a responder y a trabajar seriamente en atender las necesidades de la ciudadanía, que, aunque parece que se le ha olvidado, es por lo que se le paga el sueldo.

 

No se gobierna a beneficio de inventario, no se escoge esto me gusta y esto no, no se es alcalde solo para salir en la foto dándose bombo, ni para llevar dos años sin recibir a nadie y, mucho menos para despilfarrar el dinero de los ciudadanos. Ya es hora de ponerse al frente de los problemas reales de los utreranos, de construir viviendas sociales, de recibirlos y mirarlos a la cara escuchando de primera mano la verdad de los problemas que padecen muchos de sus vecinos, que llevan ocho años esperando una respuesta.

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